viernes, 3 de noviembre de 2017

Bayamo: 504 años con alegría y rejuvenecida.



Rodrigo Motas Tamayo 
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Quienes  ahora  visitamos  Bayamo nos sorprende  siempre  el cambio operado  por la ciudad  en los  últimos  años, y es innegable que la invitación a un nuevo reencuentro nos queda calado dentro por volver a la Cuna de la Nacionalidad Cubana.

Transformaciones sin precedentes  dan un halo de modernidad  a una ciudad que  viste canas con sus 504 años de fundada, y que hoy cinco de noviembre, celebra su cumpleaños como una sonriente novia y experimentada urbe de singular y patriótica historia.

Transitar  ahora  por las calles  bayamesas  es sorprenderse con el encuentro, pues  desde finales  de los 90  la  capital granmense se sacude  arrugas y abrió puertas  a la construcción y remodelación de más de  un millar de  obras en todas las esferas de la vida socioeconómica y  cultural.

Claro  que entre esas sorpresas cotidianas resalta el encontrarse  con coterráneos que ahora  sonríen con el orgullo de vivir en una ciudad donde la alegría se reparte y comparte con vecinos y visitantes, una  ciudad preñada de historia y con nombres ilustres de hijos  que la enaltecieron  con sus acciones y sus vidas.

A los bayameses y manzanilleros  les atan nombres  como Carlos Manuel de Céspedes, Bartolomé Masó, Blas Roca y Celia Sánchez Manduley,  razón  que fusiona el  sentimiento Patria  y los rasgos más genuinos de nacionalidad y libertad.

Al Bayamo de hoy  le asisten múltiples razones para la fiesta mayor  de este noviembre, y a quienes  visitamos la ciudad se nos convierte  en una sorpresa a la que nos atan recuerdos en la búsqueda constante de su historia y de su himno, el Himno Mambí y de la Patria.