Este cinco de agosto se cumplen treinta y dos años de las proféticas palabras de Fidel: Guerra a las guerras proclaman los jóvenes del mundo, en su discurso de clausura del Onceno Festival Mundial de la juventud y los estudiantes, celebrado en La Habana, en 1978.
Tras varios días de fiesta de amor y solidaridad, los 19 mil delegados participantes en la magna cita regresaron a sus 145 países de procedencia llevando en sus corazones el mensaje de paz para un mundo mejor posible.
En aquellos momentos se vivían tiempos de guerra fría, situaciones difíciles en Nicaragua, Salvador y en el Medio Oriente, la humanidad seguía estremecida aún a pocos años del conflicto bélico en Viet Nam.
Treinta y dos años después de aquellas palabras de Fidel en síntesis del sentir de las generaciones de finales del 70, éstas y las actuales continúan enarbolando las banderas de Guerra a las guerras, en medio de un mundo unipolar donde los Estados Unidos extiende sus garras en busca de las riquezas de otros.
Téngase en cuenta que desde 1945 hasta acá han existido 120 conflictos bélicos con más de veinte millones de personas asesinadas. Actualmente existen cuarenta y solo 6 países africanos son escenarios de guerras.
Las cifras de la última década muestran diez millones de niños muertos por esas causas, seis millones de heridos gravemente, Un millón de huérfanos y 15 millones de refugiados. Todo como para ponerse a pensar, máxime si se une a ello los destrozos a la madre tierra y el medio ambiente.
No a esas guerras de rapiña proclaman hoy los jóvenes del mundo, como dueños de las generaciones actuales que sustentan sus ideales en salvar el planeta tierra y la humanidad en sí.
No a las guerras en Irán, Irak, Afganistán y otras partes del mundo, No a los desafíos o terrorismo contra los pueblos que despiertan y se rebelan ante el neoliberalismo, son voces que se levantan en los cuatro continentes para reclamar un presente de amor y solidaridad.
Fidel siempre ha creído en los jóvenes, en esos que José Martí denominó los Pinos Nuevos, y de ellos siempre espera la responsabilidad histórica para asumir el respeto al legado de los ideales más progresistas de cada nación.
Vivimos un mundo en que las guerras de rapiña siguen cobrando vidas inocentes, y el reclamo universal es y será Guerra a las guerras, No al odio y la explotación. Salvemos el planeta azul.
Lea más información http://granma.co.cu/secciones/ref-fidel/art199.html