Por Rodrigo Motas Tamayo
Disminuir al doce y al diez por ciento los niveles de anemia en menores de dos y hasta cinco años en las provincias orientales, es el propósito para un lustro que persigue el Programa Mundial de Alimentos en este milenio con su proyecto Cuba 10589 punto Cero.
Disminuir al doce y al diez por ciento los niveles de anemia en menores de dos y hasta cinco años en las provincias orientales, es el propósito para un lustro que persigue el Programa Mundial de Alimentos en este milenio con su proyecto Cuba 10589 punto Cero.
Así trascendió en el taller de educación nutricional de Manzanillo, efectuado el miércoles último, y que se inscribe en el cronograma previsto para la provincia que incluye similar evento este jueves 16 en Campechuela y el 17 en Media Luna, mientras que ya se efectuó en Río Cauto y Buey Arriba, dirigidos todos a promocionar y fomentar el uso del cereal Fortachón como uno de los productos alimenticios encaminado a contrarrestar esa afección.
Los esfuerzos conjuntos del Estado Cubano y el Programa Mundial de Alimentos trabajan por contrarrestar las secuelas de la anemia en menores de dos y hasta cinco años, objetivo para el cual existe un presupuesto de once punto cinco millones de dólares y que incluye una fábrica en Bayamo destinada a la producción de cereales integrales, con altos por cientos de hierro y zinc.
Durante el taller municipal del Programa Mundial de Alimentos en Manzanillo se conoció que la falta de conocimiento nutricional e incorrectos hábitos alimenticios son males que propician la aparición de la anemia en menores de cinco años, y en la población adulta también.
En este taller participan representantes de los grupos provincial y municipal de apoyo al Programa Mundial de Alimentos, la Atención Primaria de Salud, el Programa Materno Infantil, el Centro municipal de Educación para la Salud y la Federación de Mujeres Cubanas.
Igualmente, nutriologos, profesores de los Grupos Básicos de Trabajo, sicólogos, obstetras, ginecólogos y personal que atienden consultas y consejerías nutricionales, Casas de Orientación a la Familia, jefas de bloques y delegaciones de la FMC, así como enfermeras de las áreas de salud y las cinco policlínicas del municipio, entre otros.
Todos estos factores son los responsabilizados con que se cumplan y apliquen los objetivos perseguidos desde Salud Pública, La FMC, la comunidad, la familia y las propias madres.
Como colofón de esta actividad miembros de la Asociación de Culinarios de Manzanillo mostraron las diferentes formas y variedades de preparación del cereal Fortachón, que van desde una natilla, boñuelos, churros, pudín hasta la papilla, a fin de hacerlo más asequible al paladar de nuestros infantes.
La realización de este tipo de talleres, explicó Josefa Bernot Aguilera, Educadora para la Salud del Centro municipal de Higiene y Epidemiología en Manzanillo, forma parte del proyecto Cuba Diez cinco ochenta y nueve punto Cero del Programa Mundial de Alimento, dirigido a disminuir las causas de anemia en la población infantil de cero a cinco años de edad.
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