Por
Rodrigo Motas Tamayo
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Hoy la Radio cubana cumple 90 años y sigue tan joven como su primer día, aquel 22 de
agosto de 1922 en que su magia se esparciera en el eter.
Desde entonces y hasta hoy sigue siendo la novia de
los hogares y la mejor amiga de quienes transitan por las carreteras, custodian
entidades e instituciones estatales o se enamoran de la palabra y el sonido.
Y es que la radio
tiene el Don de apoderarse de nuestros sentidos, de ubicarnos en el lugar de los hechos, de informarnos, y de hacernos
mirar la realidad y el mundo con objetividad
y frescura.
Ella emplea la
palabra y el sonido para conceptualizarnos el entorno y dar imágenes a
nuestros pensamientos, y hacernos
protagonistas de su encanto, porque
innegable es que nos sumerge en la cotidianeidad, nos informa, educa y entretiene.
Día a día, la
noche y la madrugada, la radio dibuja la vida con distintos timbres y tonalidades, dándole color
a nuestros sueños y anhelos.
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