Por Rodrigo Motas Tamayo
--------------------
Si bien es cierto que en Manzanillo existe una disminución de la incidencia de enfermos por el VIH-sida, el tema sigue
siendo un alerta roja para todos los ciudadanos y un llamado a la
concientización sobre la percepción de
riesgo de una enfermedad que no tiene
rostro ni respeta edades.
Muchas personas, entre ellos adolescentes, aun con
todo lo que se dice sobre el VIH mantienen una actitud irresponsable y de poca
consideración hacia una pandemia que en el mundo mantiene más de 60 millones de
personas infectadas, sin contar los más de 26 millones de humanos ya fallecidos
por esa causa desde su comienzo en 1981.
Aunque las edades de mayor incidencia de la enfermedad oscilan entre 20 y los 24 años, los adolescentes están también en los factores de percepción de riesgo, por lo que deberán asumir una conducta más responsable ante la vida.
El virus del VIH puede ser trasmitido no solo por las vías sexual y
sanguínea, si no también desde laceraciones de la piel, en el caso
particular de los tatuajes, ya que se
puede contraer la enfermedad si no se usan instrumentos debidamente esterilizados.
Esta es una edad en que, por desconocimiento, mal
tratamiento del tema o una conducta
irresponsable, los adolescentes se convierten en vulnerables ante ese nefasto
flagelo.
Asumir una actitud de vigilancia y buen comportamiento en materia de relaciones sexuales, siempre protegidos, el mal puede ser contrarrestado, a la vez que salvamos nuestras vidas y contribuimos a preservar la de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario