viernes, 8 de abril de 2016

RECUERDAN EN CAMPECHUELA A HORACIO OLIVERA SOA…




Rodrigo Motas Tamayo

Con el espacio Honrar, honra, los trabajadores   del Museo Caballeria de Gua y pobladores de Campechuela recordaron este  jueves siete de abril el nacimiento de Horacio Olivera Soa,  destacado profesional de la música molida.

La actividad,  espacio de esa institución cultural  para homenajear  a personalidades del municipio, agrupó a vecinos de quien  en vida  impusiera un sello de calidad  e innovaciones a la forma de escuchar, escribir  y  difundir  la música de órganos   en la provincia y otras regiones de Cuba.

Los participantes disfrutaron de bellos números compuestos por este precursor de la urbanística  en Campechuela, tales  como A mi  maestro y la polca Tula, dedicada a su hermana, así como otros de arraigo popular  entre los que destacan El Jorocón, La Bayamesa, El pollito afeitado y  el que pueda que lo haga.  

Entre   canciones, los participantes  conocieron pasajes de la vida de este prestigioso músico que supo inscribirse en las páginas del pentagrama nacional.

 A los trece años  toca  el tres, la guitarra y el contrabajo de forma autodidacta, edad en la que incursiona en la organística como integrante del colectivo del órgano Los Hermanos Morales, propiedad de sus primos en Niquero.

Convertido en gran admirador de la música molida compra el órgano La Orquesta en julio de 1940  y forma su propio grupo musical con el que amenizó  cientos de actividades en esta región costera de Granma, Camaguey, Sancti Spíritu, Holguín, Santiago de Cuba y otras partes del país.

Arregló varios himnos en forma de banda de música para órganos, entre los que se destacan el Himno Nacional, La Internacional y “Noche de Moscú, número este con el que los Hermanos Ajo dedicaron especialmente a la delegación soviética que asistió a la inauguración del Hospital Lenin,  de Holguín.

Por  sus  peculiaridades  de  imprimir  la música, Horacio   logró  números que podían ser cantados, lo que requería de mayores esfuerzos para  dar vuelta a la manigueta, algo que solucionó con fuelles  eléctricos. Su órgano adquirió así  el nombre de La Orquesta.

Causó la admiración de personalidades de la cultura cubana como Germán Pinelis, Richard Egüez y otros, quienes catalogaron al órgano de Horacio una verdadera Orquesta.

Por su destacada labor en la organística y por defender esta parte importante de nuestra idiosincrasia se le otorga la condición de Personalidad de la Cultura Cubana, inscripto  en el Diccionario de la Música Cubana. Biografía y Técnico.

 En el año 2002 es hospitalizado por una penosa enfermedad que durante todo ese año lo mantiene imposibilitado de continuar su trabajo creador, fallece el día  cuatro de  mayo del 2003, a la edad de 84 años.

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