martes, 29 de julio de 2008

Atención a madres e hijos

La atención al programa materno-infantil en la comunidad constituye una tarea de primer orden para mantener bajos índices de mortalidad en ambas aristas, principalmente si se tienen en cuenta la atención primaria y secundaria de las gestantes.
En Manzanillo, actualmente con una mortalidad infantil de 4,5 por cada mil nacidos vivos, los esfuerzos se encaminan a brindar los cuidados y atención requerida a las embarazadas, desde los 114 consultorios existentes y los hogares maternos y hospitales radicados en este municipio.
Igualmente, a ese empeño se unen el quehacer de trece casas alternativas y los servicios especializados de galenos en obstetricia y pediatría, que desde esas instalaciones de la salud brindan esmerada y sistemática atención a madres y sus hijos.
En ese sentido, desde las propias áreas de salud se da seguimiento a los factores de riesgo tanto modificables como NO, que atentan contra el bienestar de las gestantes y sus crías, fomentando en especial una cultura informativa en las futuras mamás.
Inciden así el peso corporal, enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, hipertiroidismo, sepsis vaginal, etcétera, así como los malos hábitos dietéticos y el de fumar, cuyas secuencias se palpan posteriormente en recién nacidos con bajo peso u otras dolencias.
Lo cierto es también que junto al cumplimiento de las regulaciones establecidas por Salud, reviste gran importancia el papel de responsabilidad asumido por la futura mamá, quien más que nadie debe velar por la propia y la salud de su hijo.
Hacer realidad toda esta cadena de la atención primaria y secundaria de salud, constituye en Manzanillo una prioridad del Programa materno infantil, y a esos efectos funciona un puesto de mando diario encargado del chequeo y control de las medidas orientadas.

martes, 1 de julio de 2008

Una perla en el Golfo

MANZANILLO DE HOY.
Es Manzanillo, en la provincia Granma, al sur del oriente del país, se asienta a la orilla del mar, colinda al Norte con las aguas del Guacanayabo y el municipio Yara, al Este con la misma Yara y Bartolomé Masó, al Sur con los municipios Bartolomé Masó y Campechuela y al Oeste también con Campechuela y el propio golfo.

Por su ubicación constituye ser una puerta marítima de la región Cauto-Guacanayabo y puente estratégico del Golfo para territorios como Bayamo, Yara y Bartolomé Masó.

Cuenta con una extensión de 497,0 km2, y una población superior a los 132 200 habitantes; de los cuales 65 826 son hombres y 66 380 mujeres. El 78% del total de la masa humana se considera urbana, mientras el territorio resulta ser uno de los de más alta densidad de población dentro de la provincia, con 266 habitantes por Km2.

La composición étnica de la población resulta interesante por su estructura, y se constata que desde principios del siglo pasado los mestizos fueron el grupo predominante, incluso, por encima de algunas localidades de Santiago de Cuba y Guantánamo, centros históricos de residencia de esa población; no obstante, casi al cierre de la última la balanza se ha inclinado hacia un predominio de los blancos.

Económicamente Manzanillo no puede separarse del mar, pues este constituye una inagotable fuente de sustento. Existe aquí un combinado pesquero donde además de procesarse el camarón como rubro fundamental, también dedican espacios y recursos a la captura de peces de escamas.

Se cuenta también con un astillero encargado de la construcción de los medios navales necesarios para la actividad pesquera dentro del Golfo del Guacanayabo y las aguas del Caribe.
Su economía se sustenta además en un complejo agroindustrial azucarero denominado La Demajagua, una empresa de aluminios mecánicos ALUMEC, empresa de acumuladores Vigésimo aniversario, empresa de medios de enseñanza, empresa de servicios técnicos del MINAZ, establecimientos de calzado y Tabaco, entre otras.