jueves, 8 de enero de 2009

ORTO. LUZ PROPIA REPARTIDA

Por Rodrigo Motas Tamayo
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La fundación de la revista Orto el Siete de enero de 1912 consolida en Manzanillo una larga historia literaria que se remontaba al siglo diecinueve y adquiría en el Veinte una fuerza pujante en el desarrollo cultural y social de este amplio territorio sureño de Granma.
Manzanillo se erigía en la primera década de la constitución de la República Mediatizada como una de las principales urbes orientales, donde existía un fuerte movimiento editorial iniciado en el 1857 con la aparición de El Eco de Manzanillo, a cargo del tipógrafo Francisco Murtra, y con lo cual se abrieron las puertas a más de 50 publicaciones en circulación a lo largo de todos esos años, en su mayoría de corte informativo-literario.
A una ciudad donde la cultura y las letras brillan por si solas, llega el joven santiaguero Juan Francisco Sariol quien pudo materializar en esta costera ciudad granmense a orillas del Guacanayabo sus más puros sentimientos y anhelos para una publicación dirigida a fomentar y divulgar la cultura.
Si bien es cierto que sus pasos en este sentido tenían camino recorrido con su similar Pensil, en Santiago de Cuba y sus colaboraciones a otras publicaciones del país, es con Orto que alcanza esplendor su magistral idea la cual perduraría hasta 1957.
La nueva revista de Sariol aglutinó rápidamente jóvenes escritores locales y de todo el país con inquietudes renovadoras en el campo literario, a quienes se suman escritores de renombre de otras latitudes, por lo que Orto se convierte en una revista de difusión cultural que lleva el nombre de la ciudad de la glorieta y de Cuba por el mundo entero.
En sus páginas cabalgan con refinamiento textos con la firmas de Nicolás Guillén, Isidro Méndez, Ciana Valdés Roig, Ghiraldo Jímenez, Luis Augusto Méndez, José A. Portuondo, Pita Rodríguez, Ramón Loy, Regino Pedroso, Carlos Enríquez, Carlos Rafael Rodríguez, Raúl Ferrer, Mariblanca Sabas Alomás, Agustín Guerra de la Piedra y Raúl Roa, entre otros.
También se encuentran nombres universales como los de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez y Juana de Ibarbourou, junto a los de del GLM entre los que descollaron: Manuel Navarro Luna, Luis Felipe Rodríguez y Rogelio González Ricardo, todos hijos de esta ciudad miembros del Grupo Literario de Manzanillo, agrupación con un destacado lugar en la literatura cubana.
Noventa y siete años después del nacimiento de Orto, aquel siete de enero de 1912, los manzanilleros y granmenses reverenciamos la revista que mostró al mundo el quehacer de una hornada de literatos cubanos comprometidos con su tiempo y las letras cubanas y universal.