jueves, 16 de febrero de 2012

POR UNA CALIDAD DE VIDA SUPERIOR




Por  Rodrigo Motas Tamayo 
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Desde principios del actual mes, la Consejería de VIH-sida  se encuentra ubicada  en  el consultorio del médico de la familia, sito en calle Dolores entre Avenida Martí y Rafael Oro, frente al hospital materno Fe del Valle, de Manzanillo.

Dirigida a fomentar una cultura sobre la percepción de riesgo de la enfermedad y brindar atención a pacientes, la Consejería  promueve el respeto, la aceptación, la no violencia, la convivencia solidaria, el reconocimiento de  valores humanos y el respeto de los derechos sexuales y reproductivos.

Yaumara Hung Fonseca, funcionaria del Departamento de Promoción y educación  para la Salud del Centro municipal de Higiene y Epidemiología, especificó que el personal que allí labora brinda martes y jueves asesoramiento y promueve la realización de pruebas voluntarias para la detección de anticuerpos al VIH/sida.

Igualmente  se potencia el desarrollo de habilidades personales de auto cuidado, negociación del condón, prácticas de sexo seguro, relaciones sexuales protegidas, acertividad, y la comunicación entre pares.

La Consejería de VIH-sida propicia además la participación intersectorial y comunitaria, desde la formación de promotores de salud,  la realización de entrevistas por los medios masivos de comunicación, la presentación de buroes de información y confección de murales con materiales educativos, así como fomentan la actividad Hazte la Prueba.

A ese arduo quehacer se suma la realización de investigaciones sobre conocimientos, actitudes y prácticas en relación con la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, VIH/sida y temas que se relacionan con esas enfermedades.

El trabajo de la consejería comprende también la promoción de actividades educativas  como charlas y videos-debates con la participación de los grupos vulnerables: adolescentes y jóvenes, mujeres, hombres, hombres que tienen sexo con otros hombres, personas que practican el sexo transaccional y personas con VIH. 

A ello se suma el mercadeo social de condones, desde la explicación de  cómo reconocer cuando están en buen estado, su utilización  y sobre la negociación de usarlos siempre cuando se escogen como alternativa de prevención.

365 DIAS PARA EL AMOR



Por Rodrigo Motas Tamayo,
       a propósito del Día de los enamorados.
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Vida, creo necesario estas palabras como la confesión que nunca he hecho a nadie, y si te escojo a ti es porque a la altura de mis 50 años más que necesario se hace  confesarte  el amor  que te profeso. Nuestra relación así lo exige y este es un día especial para ello.

Mi existencia en estos últimos cincuenta años  me da derechos para  expresar sentimientos  que omití en mi actuar, pues nunca  dije  te quiero o me haces falta … nunca tuve ese valor.

Sin embargo ahora te venero como lo mejor que me haya pasado  y se merece estas confesiones  de enamorado.  Tal vez sea que ahora, solamente ahora y contigo, me sienta seguro como para abrir  las puertas de mi corazón y dejar  salir  de él  esos gritos de angustias acumuladas, anhelos  y desesperos. 

Me siento capaz  y con la fuerza suficiente para decir cuánto te quiero, lo imprescindible que me eres.  Contigo  maduré como  hombre,  que el niño  y joven de ayer se creció en tus brazos pletórico de dicha, amor  y felicidad, y esa dicha la venero  como el todo de mi existencia.

Tú, solo tú, compartes mis temores, mis alegrías, desesperos, sueños y las inmensas ganas de vivir que has abierto en mis días, pues ahora, cuando te valoro, cuando creo en tu grandeza, te necesito y a ti me aferro porque nunca quisiera que me dejaras.

Realmente me eres indispensable  para seguir siendo lo que soy, trazar nuevas metas de existencia, en sí…  para comenzar de nuevo sabiendo que ya no soy el de antes, ni que guardo los mismos bríos y la fortaleza, pero que tengo la experiencia, y la seguridad que me das,  para reconocer que siempre estuviste en mí, que fuiste parte y el todo de lo que soy y seré.
                    
Por que Vida, solo tú, eres lo que necesito para seguir adelante; porque sin ti, vida, no podría existir. De ti dependo.