lunes, 31 de enero de 2011

¨ Con todos y para el bien de todos ¨


Por   Rodrigo Motas Tamayo            
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En las ultimas cinco décadas los cubanos han escrito y escriben páginas de  coraje y patriotismo ante el más inhumano bloqueo económico, financiero y comercial impuesto  contra la isla por  Estados Unidos, y crecidos ante las dificultades también son paradigmas de solidaridad con ¨ los pobres de la tierra ¨.
Año tras año los hijos de esta histórica Isla caribeña han sabido crecerse sobre la difícil situación socio-económico generada por esa injusta medida,  y en la cotidianidad  de estos últimos 50 años han puesto a prueba  su entereza de pueblo solidario y combativo en la construcción de una sociedad más justa  ¨ con todos y para el bien de todos ¨.
Puede hablarse de Incontables sacrificios y  cuotas de voluntad vertidos por los cubanos para enfrentar no solo las adversidades de ese bloqueo si no  también sabotajes y atentados a la integridad de sus dirigentes y principales renglones económicos, así como al cierre de sus posibilidades comerciales en el mercado internacional, sacudido ahora por las secuelas de una crisis sistémica en las propias entrañas del capitalismo
Tampoco pueden obviarse los daños ocasionados por las inclemencias del tiempo, dígase huracanes  como   Gustav y después Ike, Paloma y otros que impactaron en los tres últimos años gran parte del territorio nacional y dejaron serias pérdidas en la infraestructura económica y habitacional de la isla, y sobre las que hoy todo un pueblo se yergue victorioso en la construcción de su Socialismo.
En condiciones tan adversas cierto es que la fortaleza de los hijos de la Mayor de las Antillas  radica  en su fidelidad a los principios y la dignidad  de una Revolución abonada por la sangre de miles de sus hijos  desde aquel 10 de octubre de 1868, un 26 de Julio de 1953, en la lucha  en la Sierra Maestra, y en sus muestras de solidaridad con otros pueblos hermanos del planeta.
Y a decir  verdad, también los cubanos agradecemos la solidaridad de pueblos hermanos, que  en momentos difíciles han estado y están al lado de Cuba y su Revolución, concientes de que  sus humanitarios gestos contribuyen a mantener viva la luz encendida por  los hijos de la Mayor de las Antillas cincuenta  años  atrás y porque  siga siendo faro para las naciones del mundo.