Por  Rodrigo
Motas Tamayo  
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Cuando
apenas faltan dos meses para que el Dos mil trece cierre sus puertas, se hace
imprescindible el llamado a las embarazadas en pos del estricto cumplimiento de
sus responsabilidades como futuras mamás y su contribución a los distintos
indicadores del Programa Materno Infantil. 
 Si bien es cierto que en el municipio se
realizan ingentes esfuerzos  por dar
cumplimiento a lo reglamento para el funcionamiento de tan importante objetivo,
en las propias gestante recae el mayor peso de responsabilidad para salir
airosas en el parto y la vida sana de su futuro bebe.
 Junto a su familia, tienen ellas normas de
convivencia y estilos de vida  que asumir
para el buen desarrollo del fruto de su vientre, en cumplimiento de los
requisitos y cuidados que se exigen para traer al mundo una nueva vida, sana y
sin complicaciones. 
Aunque números
recientes evidencian que el Bajo Peso al nacer muestra un buen
comportamiento  con un  CUATRO coma CINCO, dos  décimas menos a los pronósticos, es un
indicador  a no dejar de lado y que exige
voluntad  de  todos por que se habla  de la salud 
de los recién  nacidos.    
Recordemos
que todo  el Sistema de Salud  manzanillero, desde sus centros
hospitalarios, policlínicas y consultorios del médico de la familia están en
función de la atención priorizada a las futuras madres, puérperas  y recién nacidos, de ahí el llamado para que
sean las propias embarazadas, junto a su familia, las máximas responsables de
la nueva vida engendrada en sus entrañas. 
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