Por
Rodrigo Motas Tamayo
La
frescura de la mañana envuelve sus días y en cada ocaso el reposo la aborda
trasnochada.
Lleva
el verde de la floresta en su ojos y en las manos la fertilidad de la tierra.
Retoña con el rocío y se yergue con el sol del
mediodía para que cada surco fructifique con el sudor de cada jornada.
Ellas,
madres, campesinas y pequeñas emprendedoras, contribuyen al bienestar de sus
familias y de esta forma, al desarrollo de las economías rurales.
Porque
su entrega de cada día hoy merece nuestra felicitación de siempre.
Felicidades a la mujer rural en su día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario