miércoles, 4 de agosto de 2010

CUIDEMOS DE NOSOTROS MISMOS CON MAS RESPONSABILIDAD

Por Rodrigo Motas Tamayo
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Cuando hemos vencido la mitad de los meses estivales y aún quedan cuatro semanas de esparcimiento para quienes disfrutan de sus vacaciones escolares y laborales, se hace necesario reflexionar sobre algo que merece la atención de todos.

Estamos hablando de RESPONSABILIDAD, esa palabra que todos conocemos y pocos aplicamos y que entraña un valor que esta en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.

Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), persisten estas cuatro ideas para establecer la magnitud de dichas acciones y afrontarlas de la manera más prepositiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, social, cultural y natural.

Y hemos traído a colación la palabra RESPONSABILIDAD porque en estos meses de verano todos debemos asumirla en el cuidado y protección de nuestros hijos.

Julio cierra y los accidentes nefastos han sido varios entre aquellos que ven en playas y ríos opciones placenteras, pero que en muchos casos no vemos el peligro potencial que en ellas se esconde.

Sabemos de muchachos que se van para los ríos y sus padres desconocen de su paradero, de otros que disfrutando de la playa no están bajo la vista responsable de los mayores, y entre unos y otros falta el sentido de responsabilidad de los hechos y sus consecuencias.

He sido testigo de que en la mayoría de los casos los juegos de los muchachos en el río o playas es empujarse o tirarse de farallones con posibilidades de golpes en los primeros, y en la segunda, abracados o juegos con pelota que terminan con el hundimiento de alguien.

Profesionales de la Medicina e instituciones responsabilizadas con la niñez y la adolescencia sentencian que los accidentes no son tan inevitables, que la acción responsabilizada de mayores y menores puede evitar muchas de las consecuencias que nuestros actos nos deparan.

Los padres somos los máximos responsables de nuestros hijos, de sus actos, conducta, juegos y con nuestro ejemplo les enseñamos a crecerse ante la vida, y esa rienda para caminar hacia el futuro no debemos dejarla NUNCA de lado.

Disfrutar de las vacaciones es sano y merecido, Agosto mantiene su invitación al disfrute como mes estival pero seamos más responsables de nuestros hijos y sus actos. Más vale prevenir que tener que lamentar.

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