Por Rodrigo Motas Tamayo
Aún cuando todos
coinciden en que el reinicio
de las luchas independentistas o la guerra necesaria
preparada por José Martí fue el 24 de
febrero de Mil 895, no se hace
justicia al enmarcar ese levantamiento solo como el Grito de Baire cuando en
realidad fueron varios los lugares donde
se protagonizaron los alzamientos armados.
El análisis de esta
afirmación se sustenta en varios
estudios investigativos relacionados con el tema y que demuestran que, el de Baire, no fue
el principal Grito de Independencia
dado ese día y ese privilegio muy
bien pudo tenerlo Bayate, Barrancas,
Guantánamo u otros sitios de la geografía nacional donde el espíritu de lucha y las ansias de ver a
Cuba libre llevó a los hombres de nuevo
a la manigua redentora.
Rafael Soto Paz, en artículo
publicado en la revista Bohemia el 24 de
febrero de Mil 952 asumía que de los
cinco gritos más importantes protagonizados en el país, el único discutido fue el de
Baire por el marcado acento autonomista
que lo presidiera y aunque algunos
historiadores afirman que ello se debió a una hábil dilación para prepararse
bien los alzados, lo cierto es que fue el único carente del decidido matiz
separatista de los otros cuatro.
Soto Paz
exponía en ese artículo que la comisión que, a nombre de los alzados de Baire, fue a
ver al gobernador Enrique Capriles estuvo integrada por los hermanos Lora,
Escalante, Plazas y Cardet quienes solo buscan un entendimiento y hasta se
afirma que solo pedían la destitución
del alcalde de Jiguaní: Don Francisco Ramos.
Otro detalle a resaltar es
que en Baire, ante la presencia del Comandante Florencio Salcedo y los hermanos
Lora, el capitán Damián Caballero y el alférez Ivonet y otros cubanos, se
tremola la misma bandera española, roja
y gualda, solo con el agregado de dos listas blancas, en forma de X o de la
cruz de San Andrés, de esquina a esquina de sus ángulos y que fuera idea del autonomista Alfredo
Betancourt Manduley.
A ello se une
que tres días después del levantamiento
en armas, los alzados acampan en el lugar
conocido por Los Negros
fijando en establecimientos y
casas de ese lugar un cartel con el aviso de que el jefe del movimiento participa
al publico que al ¿Quien vive? de sus avanzadas, se contestará ¡España! y al ¿Qué
gente?, ¡La autonomía!, y
que fuera firmado por los coroneles Jesús
Rabí y Saturnino Lora con fecha tres de marzo de Mil 895.
Investigadores del tema desconocen
por qué los historiadores españoles eligieron esta localidad de Baire
para nombrar el levantamiento simultáneo, tal vez la respuesta este en los
propios intereses de la Metrópoli por restarle
importancia y trascendencia a la guerra necesaria diseñada por José
Martí, y
como el alzamiento de Baire
fue el menos separatista muy bien respondiera a esos intereses.
Tras esos análisis, y teniendo en cuenta
que en el país se produjeron 35 levantamientos simultáneos, otros
nombres más adecuados serían «Grito de
Ibarra», «Grito de Guantánamo», «Grito de Bayate», o mejor aún, Grito de Oriente. Algunos
historiadores cubanos, como Regino Boti, Sergio Aguirre y Jorge Ibarra Cuesta,
han propuesto denominar como «Grito de Oriente» a los hechos que iniciaron la
Guerra del 95.
Hortensia
Pichardo en el análisis del tema recalca que hacer del heroico Baire el centro aislado o principal del
levantamiento, sería desconocer que el 24 de febrero de 1895, como resultado de
una sabia orientación táctica de Martí, lo que tuvo lugar fue, aunque no en la
escala prevista y necesitada del proyecto martiano, un levantamiento
simultáneo, con el cual el delegado del Partido Revolucionario Cubano aspiraba
a que la llama bélica prendiera en toda la Isla, para permitir que la Guerra
Necesaria tuviera ―como él solía decir―, la brevedad y la eficacia del rayo.
Téngase en cuenta, además, que
desde el Perfeccionamiento Docente de 1977, en la enseñanza de la Historia en
la escuela cubana actual se le otorga el carácter de «levantamiento simultáneo» a los acontecimientos del 24 de febrero
de 1895, sin centrarlo en una localidad determinada
(continuará)