Por  Rodrigo Motas Tamayo  
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La
celebración del Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, del 16 al 19 del
presente mes,  compulsa a los cubanos a proezas
laborales y actos de reafirmación revolucionaria, pero más que todo constituirá
una puerta abierta para la actualización normativa y el perfeccionamiento
legislativo del país. 
Su
objetivo central será ratificar el plan de medidas económicas emprendido
por  el 
gobierno en pos de actualizar  el
modelo socialista en la Mayor
de las Antillas en correspondencia con la nueva realidad nacional y por
consolidar la perpetuidad  del sistema
social elegido por los cubanos. 
Para
los hijos de  esta tierra  antillana 
adquiere  mayor  connotación esta cita  por que además del análisis del Proyecto de
Lineamientos de la política económica y social, al que se le añade los planteamientos
emitidos en consultas populares, se sentarán las  bases 
para  el camino a recorrer  en el perfeccionamiento de la sociedad en
construcción con una mayor  participación
del pueblo. 
Y
sobre todo será bandera de combate en estos tiempos y lo por venir  que el trabajo debe estar respaldado por
productividad y eficiencia, base fundamental 
de la construcción del socialismo. 
Esencial  se hace 
que  para tener  hay que trabajar sobre la base  de una conciencia socialista de los
trabajadores, tal y como defendiera  el
Che  en la década del sesenta.  
 El cónclave de los comunistas cubanos y de todo el pueblo de Cuba marca
desde ya pautas en el accionar cotidiano y constituye una motivación más para
erigirnos en el camino de la consolidación social, justo en los días del
aniversario 50 de la declaración del carácter socialista de la Revolución y la
victoria de Playa Girón.
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